
Durante años, el physician Jorge Zamora-Quezada, un reumatólogo de 68 años con consulta en Mission, Texas, engañó a más de mil pacientes haciéndoles creer que sufrían una grave enfermedad crónica.
Su objetivo no period curarlos, sino facturar tratamientos costosos y llevar una vida de lujos a costa de su sufrimiento.
Con el dinero obtenido, Zamora compró propiedades en Estados Unidos y México, un jet privado y un Maserati GranTurismo. Todo financiado con diagnósticos inventados y el dolor ajeno, según determinó la justicia estadounidense, que lo condenó a ten años de prisión y le confiscó sus bienes, incluyendo unos 28 millones de dólares.
Los delitos por los que fue condenado incluyen conspiración para cometer fraude en el sistema de salud, obstrucción a la justicia y siete cargos adicionales de fraude sanitario.
“El Dr. Zamora-Quezada financió su lujoso estilo de vida durante dos décadas traumatizando a sus pacientes, abusando de sus empleados, mintiendo a las aseguradoras y robando dinero de los contribuyentes”, declaró el Departamento de Justicia.
Un esquema merciless y millonario
Según las investigaciones, Zamora administraba tratamientos agresivos, ordenaba pruebas invasivas y recetaba medicamentos tóxicos, todo basado en LOS diagnósticos falsos.